Se trata del museo diocesano de Colonia, ciudad alemana muy afectada por la segunda guerra mundial. El edificio se levanta sobre las ruinas de una antigua catedral gótica. El volumen levantado se relaciona sutilmente con la estructura preexistente.
En el trabajo de Peter Zumthor el juego de la luz y el tratamiento de los materiales y texturas dan lugar a una obra excepcional, y es lo que hacen este edificio especialmente atractivo.
Sobre las ruinas preexistentes se levanta un espacio a doble altura, en el cual se sitúa suavemente la Capilla de Nuestra Señora de las Ruinas. Este espacio es atravesado por una pasarela ligera que nos deja contemplar una magnífica atmósfera creada a través del tratamiento de la luz, que entra tamizada por un paño perforado que envuelve el edificio, creando una ambiente íntimo y aislado del exterior.
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